Creada a partir de un cruce de OG Kush y Chiquita Banana, la Fat Banana tiene muchos rasgos positivos. A pesar del nombre gracioso de esta variedad índica dominante, su potencia no es algo a tomar en broma. Cuando se cultiva en condiciones óptimas, ofrece un contenido de THC del 25% o más. Los fumadores novatos deberán proceder con cautela, ya que su subidón podría abrumar a los menos experimentados. Cogollos gruesos, un alto contenido de THC y un sabor a plátano tropical, es lo que les esperan a quienes se atrevan a probarla. Teniendo en cuenta el perfil de sus padres, su subidón es tal y como te lo esperas: corporal, calmante y analgésico.
La Fat banana es una planta tupida con una cola central grande. A los cultivadores expertos les encantará la naturaleza única de esta variedad. Tiene una floración de 7-8 semanas y produce cosechas medias de 350-400g/m². En el exterior, prefiere los climas cálidos y está lista de septiembre.